Un febrero de hace unas décadas,
cuando tenía 6 años, mi viejo me trajo un carrito de lata, que me hizo el día,
pues no era ni navidad ni el día de mi cumpleaños…me lo trajo por puro gusto. Abrí la caja, saqué el carrito rojo Chevrolet
y jugué con él como media hora haciéndolo rodar por la sala, hasta que me
aburrí. Así que decidí guardarlo en su cajita, pero no cabía, pues había un
material blanco dentro de ella, que estorbaba… y me llamó mucho la atención ese
material, recontra liviano. Y comencé a jugar con ese extraño material que no
pesaba. Lo froté en el piso y salieron unos pedacitos que se esparcieron por
toda la sala empujados por el viento que entraba por la ventana, y por mis
soplidos alocados.
Le pregunté a mi viejo de qué
estaba hecho ese material blanco… Ah!, el tecnopor – me dijo-, es una especie
de espuma que al secar se solidifica… me explicó más cosas que no entendí
mucho, pero eso no importaba, en mi mente estaba la producción masiva de
tecnopor en el patio de mi casa.
Ese sábado, mientras mi viejo
leía El Comercio echado en la cama, y mi vieja hacía un rico arroz con pollo, fui
a la lavandería y de una de las repisas saco la bolsa del detergente Ace y me
la llevo al patio. Ya tengo el ingrediente principal del tecnopor –pensé -. Sin
hacer bulla, para no levantar las sospechas de mi vieja, comienzo a echar el
Ace en una tina (como medio kilo creo…), y con un poco de agua, empiezo a batir
los materiales básicos del tecnopor. Mi cara se iluminó de regocijo al ver que
salía bastante espuma de la tina… fui a la repisa de la lavandería por más
materia prima, y encontré una bolsa de Ña Pancha, atravieso la cocina
sigilosamente y ya en el centro de producción de tecnopor (el patio), utilizo
otra tina para generar más espuma… ta que, salió cualquier cantidad de espuma…
y seguí batiendo más y más…. Llegó un momento en que casi me asfixio pues la
espuma me cubrió la cabeza y realmente no podía respirar…logro salvar mi vida
saliéndome del patio…Ya tranquilo, voy a la sala a jugar con el Chevrolet rojo
para disimular la producción de tecnopor en el patio… Había bastante sol ese
día, por lo que – según mis cálculos – en una hora debía estar seca la espuma,
y por lo tanto, listo el tecnopor… Al cabo de una hora regreso al patio, y la
espuma estaba adelgazándose, y no se solidificaba…. Pensé que mi viejo me había
engañado.
La producción de tecnopor se
trunca cuando mi vieja descubre que había estado jugando al lavandero
– según ella - en el patio, con sus detergentes favoritos…. Y tuve que fugar de
mi jato hasta que se le pase la cólera para poder explicarle que sólo estaba
tratando de fabricar poliestireno expandido…
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