Estaba mi vieja en su cama, en el hospital, luego de la diálisis… Los médicos
le habían puesto otro catéter, y nos pidieron a los visitantes que tuviéramos la
amabilidad de salir de la habitación. Ella lloraba y por ratos rezaba…y en un momento
de desesperación solicitó ayuda a mi tía Rosa para que rezara también
pidiéndole a Dios que termine su agonía. Yo estaba muy conmovido, y con un nudo
en la garganta me acerco a mi vieja y peinándola con mis dedos le dije que se
tranquilizara, que toda iba a pasar pronto, que se concentrara en algo bello y maravilloso
que le hubiera sucedido, que recuerde algo que la había hecho muy feliz, algo
que represente el momento máximo de felicidad en su vida… Y surgió efecto!!...Por
un momento Ella se calmó, me miró fijamente a los ojos y sonrió apaciblemente
(yo también me calmé)… y con una mirada muy tierna me dijo que sí, que sí
funcionaba mi sugerencia de pensar en algo maravilloso…y siguió sonriendo de
felicidad …..Curioso yo le pregunté:
- Mamá, dime, qué recuerdas?
- Hijo, recuerdo justo el día que naciste….
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