miércoles, 8 de agosto de 2007

Baño de tina

Cuando era pequeño, mi madre me bañaba en una tina…..esto no tendría nada de raro a no ser que les diga que en esa tina nos bañaba a mis tres hermanos y a mí, aunque no en forma simultánea, sino que en forma paulatina iba metiendo uno a uno (por orden de edad, empezando por el menor). Comenzaba – con el agua bien calientita -con mi hermano Ramón, que como era bebito, a veces se orinaba clandestinamente en el agua limpia, pero no se notaba porque el agua estaba jabonosa. Luego lo sacaban para secarlo y ponerlo en su cuna, y era el turno de mi hermana Virleta (Tita), que iba espesando el agua y su color se hacía más oscuro. Mi hermana chapoteaba y chapoteaba, y se le caían los moquitos, que se confundían como si fuera champú en el agua que me esperaba al final…….Una vez que mi madre retiraba de la tina a Tita, era el turno de mi hermano Rául. Como Raúl era muy inquieto, era evidente que sudaba mucho (y ese sudor, más el polvo y la tierra, se le secaba en la piel), por lo que horrorizado yo veía que el agua se ponía cada vez más y más negra y espesa….y fría, casi helada.

Mientras mi hermano se bañaba, yo esperaba angustiado (mismo condenado antes de ser ahorcado….). Hasta que mi mamá me llamaba, y me decía: Ya hijo, ven!…..Obviamente, yo me negaba, y Ella creía que lo hacía porque no me gustaba el agua o el baño….pero el agua ya parecía lodo, y además de helada, ni espuma salía….hasta que de un solo golpe, ¡al agua! ….Yo pataleaba, pero inútil, no podía huir…..

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